Las Agavaceae

Las Agavaceae

Las Agavaceae son una familia de plantas suculentas que se destacan por su forma de roseta, hojas carnosas y grandes inflorescencias. Tienen una amplia distribución en América y otras partes del mundo, y han sido aprovechadas por el ser humano tanto por su valor económico como por su belleza ornamental.

Las especies usadas como materia prima para la elaboración del mezcal pertenecen al género Agave, que a la vez corresponden a la familia Agavaceae. García-Mendoza (1995) menciona que es de distribución americana; tiene su límite septentrional en Dakota del Norte, Estados Unidos y hacia el sur se extiende a través de los Andes hasta Bolivia y Paraguay, incluyendo Centroamérica y las Antillas. Del mismo modo, asegura que el centro de mayor riqueza y biodiversidad para la familia se encuentra en México y áreas circunvecinas. Los estados mexicanos con mayor número de especies son: Oaxaca, Durango, Puebla, Sonora, Jalisco, Coahuila, Chihuahua, San Luis Potosí, Nuevo León y Zacatecas (García y Galván, 1995).
La familia Agavaceae sensu stricto está conformada de 9 géneros (293 especies), de éstas México cuenta con más del cincuenta por ciento de las especies da cada uno de ellos (Tabla A).

Las Agavaceae

La familia Agavaceae son angiospermas, monocotiledóneas con características particulares como:

Porte: hierbas o lianas, a veces bastante robustas y leñosas, ocasionalmente con rizomas o bulbos.
Hojas: estructurada en forma de rosetas basales y colocadas en espiral, generalmente verdes, dorsiventrales, perennes, gruesas y suculentas o duras y fibrosas, sin rafidios, lanceoladas, lineares o subuladas, amplias en la base y gradualmente acintadas y puntiagudas en el extremo; margen generalmente aserrado o con espinas y generalmente poseen una espina terminal la cual puede ser corta o larga de color grisáceo o moreno rojizo.
Flores: hipóginas (con ovario súpero) o epíginas (ovario ínfero); actinomorfas o altamente zigomorfas y generalmente ubicada en la axila de bráctea bien desarrolladas, principalmente son protándricas, hermafroditas autocompatibles con poca autofertilización. Inflorescencias terminales complejas compuestas por panículas y cimas; sostenidas por un largo escapo floral que en algunas especies llega a medir más de tres metros de altura y cubiertas por una gran cantidad de brácteas. Posee un androceo con estambres 3+3 insertos en la base de los tépalos o sobre el lado interno del tubo del perigonio; sus filamentos están a veces basalmente ensanchados; en Yucca son relativamente firmes y cortos; en Agave son filiformes y largos extendiéndose fuera del perigonio. También consta de un gineceo con ovario tricarpelar y trilocular, lóculos multiovulados, óvulos anátropos, con placentación axilar; estilo corto (como en la subfam. Yuccoideae) o bastante largo y simple (como en la subfam. Agavoideae); estigma puntiforme, pequeño y capitado o trilobado, con superficie estigmática húmeda o seca.

Fruto: tiene forma de cápsula o en algunas especies de Yucca una baya. Contiene numerosas semillas, a veces planas o con forma de media luna o semicirculares, a veces poco comprimidas (Yucca), con semillas negras por fitomelano y cariotipo x = 30 (García-Mendoza, 1998; Dahlgren, 1984).
Se trata mayoritariamente de plantas rizomatosas, leñosas, adaptadas al clima seco. Los géneros de la familia presentan biologías reproductivas contratantes, ya que algunas especies son iteróparas (policárpicas, como la Yucca) y los individuos se pueden reproducir cada año, mientras otras son semélperas (monocárpicas, la mayoría) produciendo solo una inflorescencia espectacular en su vida, para después morir. En la familia encontramos una notable diversidad de morfologías florales y de polinizadores, que una de abejas a murciélagos, y de colibríes a polillas (Eguiarte, et al., 2000), la panícula, racimo o espiga de la inflorescencia en algunas especies producen plántulas vegetativas.
En 1866, Salisbury divide a la familia en dos secciones: la de ovario súpero con el género Yucca y la de ovario ínfero con los géneros: Agave, Furcraea, Littaea, Manfreda y Polianthes. Originando la fórmula floral: * P 3 + 3, A 3 + 3, Ḡ (3). Bentham y Hooker (1883), Pax (1887), Baker (1888) y Pax y Hoffman (1930) tratan a los géneros de la familia en forma tradicional, específicamente los de ovario ínfero dentro de la familia Amaryllidaceae y los de ovario súpero en la familia Liliaceae.
La primera vez que se propuso la familia Agavaceae fue en 1841 por Stephan Ladislaus Endlicher tomando como referencia de nomenclatura al género Agave, incluyendo al género Furcraea.

La circunscripción de Agavaceae es incierta entre los diversos autores. En numerosos trabajos recientes, las Agaváceas forman un clado bien sostenido, junto con otras familias como Hyacinthaceae, Asparagaceae y Ruscaceae. Asimismo, considerando las semejanzas morfológicas con estas famila (principalmente con Ruscaceae), la familia Agavaceae podría presentar su circunscripción ampliada (siendo Asparagaceae, el nombre que tendría prioridad) (Souza & Lorenzi, 2008).
Actualmente algunos sistemas de clasificación modernos como el APG III y el APWeb incluyen a las Agavaceae en la familia Asparagaceae englobándolo en la subfamilia Agavoideae.

La familia Agavaceae sensu stricto (Dahlgren et al., 1985) Abarca ocho géneros con biologías reproductivas contrastantes. Algunas especies son Itero paras (policárpicas) y los individuos se puedan reproducir cada año, mientras otras son semélparas (monocárpicas) produciendo sólo una inflorescencia espectacular en su vida, para después morir. En la familia encontramos una notable diversidad de morfologías florales y de polinizadores, que van de abejas a murciélagos, y de Colibríes a polillas.

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